Entorno Alimentario y Comportamiento del Consumidor

El entorno alimentario es el complejo espacio físico y social donde los consumidores tomamos decisiones en cuanto a los alimentos. Desafortunadamente, el entorno alimentario actual está llevando a dos mil millones de personas a sufrir de malnutrición, en forma de hambre, obesidad y deficiencias de micronutrientes, mientras que la producción actual de alimentos genera alrededor del 25 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

En el año 2019, la Alianza dio inicio a la discusión mundial sobre dietas que asegurarán tanto la salud de las personas como la del planeta, estudió minuciosamente las estadísticas para mapear la sostenibilidad de los sistemas alimentarios y analizó el acceso a alimentos sanos en las áreas rurales y urbanas. Dicho trabajo, efectuado en toda América Latina, África y Asia, está mejorando la comprensión del entorno alimentario y el comportamiento del consumidor para ayudar a que los sistemas alimentarios sean más saludables y sostenibles.

Preparación del terreno para una transformación: el informe de EAT-Lancet

Diversidad en la mesa en Yunnan, China. Bioversity International/B. Samors

El informe de EAT-Lancet suscitó la discusión y el debate que continúa después de más de un año de su aparición inicial en periódicos de todo el mundo. El informe, que representa la colaboración de 30 científicos con experticias que abarcan desde las ciencias ambientales hasta la salud humana, es la primera revisión científica completa de lo que constituye una dieta saludable a partir de un sistema alimentario sostenible.

Gráfica del informe que ilustra la relación entre los límites de la salud humana y del planeta. Comisión EAT-Lancet

Abogando por un cambio en la producción de una gran cantidad de alimento hacia una diversidad de alimentos saludables, el informe propone la “adopción universal de una dieta de salud planetaria”. Este llamado a la acción creó sensación en los medios de comunicación y, aunque controversial, atrajo una muy necesitada atención hacia la relación entre lo que comemos y su impacto en nuestro medio ambiente.

Asimismo, el informe proponía metas específicamente relacionadas con la función de los alimentos en el cambio global, con respecto a seis procesos clave del sistema terrestre:

  • Cambio climático (emisiones de gases de efecto invernadero)
  • Ciclo del nitrógeno (aplicación de nitrógeno)
  • Ciclo del fósforo (aplicación de fósforo)
  • Uso de agua dulce (uso del agua)
  • Pérdida de biodiversidad (índice de extinción)
  • Cambio del sistema suelo (uso de la tierra de cultivo)

El informe de EAT-Lancet preparó el terreno para ampliar la discusión sobre la salud planetaria y la dieta. La continuidad de las investigaciones es esencial para agregar al diálogo un matiz más específico en cuanto al contexto, pues este sigue evolucionando en medio de una mayor conciencia de las vulnerabilidades de nuestros sistemas alimentarios.

Lea el informe: https://eatforum.org/eat-lancet-commission/

Lea el blog: https://www.bioversityinternational.org/news/detail/the-great-food-transformation/

 

Un nuevo mapa mundial de sostenibilidad de los sistemas alimentarios

Muchos expertos dudan que nuestros esfuerzos actuales por alimentar al planeta sean sostenibles. Pero nuestro conocimiento de lo que hace que un sistema sea o no sostenible es limitado y hacer comparaciones de la sostenibilidad de los sistemas alimentarios de distintos países y regiones es complicado.

Mapa mundial de la sostenibilidad de los sistemas alimentarios para 20 indicadores y 97 países. CIAT/C. Béné

En el primer estudio de este tipo, investigadores de la Alianza analizaron minuciosamente las estadísticas oficiales de los países y la literatura científica para crear un mapa mundial de la sostenibilidad de los sistemas alimentarios. Al hacerlo, encontraron, como era de esperarse, que las naciones más prósperas poseen las mayores puntuaciones, mientras a muchos países del hemisferio sur no les fue bien en la calificación. También descubrieron que la escasez de datos disponibles significa que cerca de la mitad de los países del planeta no tienen forma de saber qué tan sostenibles son sus sistemas alimentarios.

La investigación llega en un momento crucial de la historia. Dado que los datos establecen una base de referencia, los investigadores y los formuladores de políticas pueden comprender mejor si la seguridad del sistema alimentario de una nación está mejorando o empeorando. Dicha comprensión será fundamental a largo plazo, en la medida en que la población humana crezca y los ecosistemas necesarios para producir alimento se encuentren cada vez bajo mayor presión. La base de referencia también brinda a los investigadores una herramienta para evaluar la sostenibilidad de un sistema ante crisis importantes, tales como la de la pandemia de COVID-19.

El estudio plantea nuevos interrogantes para cambiar las dietas por la salud del planeta. Aunque una cosa es que las naciones ricas en recursos orienten a sus ciudadanos hacia la adopción de dietas a base de vegetales, otra muy distinta es prescribir recetas similares a millones de personas que requieren proteína animal para mantenerse sanas. Las variables socioeconómicas de la sostenibilidad fueron clave en la creación del indicador.

La investigación se publicó en Scientific Data, una revista de Nature, en noviembre de 2019. En semanas, se convirtió en el segundo artículo con mayor número de descargas de esa revista. También fue uno de los artículos de la Alianza con mayor puntuación en Altmetric, que califica la atención que reciben en línea los artículos publicados en revistas científicas. Agencias de noticias, como Fast Company, Mongabay y UPI brindaron cubrimiento a dicho estudio.

Lea el artículo: https://www.nature.com/articles/s41597-019-0301-5

Lea el blog: https://blog.ciat.cgiar.org/a-new-world-map-rates-food-sustainability-for-countries-across-the-globe/

 

Llevar la diversidad desde la finca hasta la mesa en Kenia

La diversidad se puede encontrar tanto en el campo como en la mesa. ¿Pero cuál es exactamente la correlación y cómo afecta a los niños, que a menudo son los más vulnerables frente a la malnutrición? Investigadores de la Alianza en Kenia fueron de puerta en puerta para averiguarlo.

Dos estudios (publicados en PLOS ONE y Maternal & Child Nutrition) detallan el trabajo de los científicos de la Alianza en Vihiga, Kenia, quienes realizaron una encuesta en 634 hogares de pequeños productores para evaluar la prevalencia local de la agrobiodiversidad (con diferentes cultivos, incluidas 80 especies recolectadas directamente de la naturaleza), junto con la variedad de la dieta de los niños.

Los resultados de la encuesta mostraron que uno de cada cuatro niños no alcanza la puntuación mínima de calidad de la dieta y presenta deficiencias notables de zinc, hierro y calcio. Sin embargo, el análisis también encontró una correlación positiva entre la agrobiodiversidad y la variedad de las dietas, lo que sugiere una oportunidad hasta ahora desaprovechada para utilizar recursos que se dan naturalmente para mejorar la seguridad alimentaria y la salud infantil.

Una niña sostiene una nutritiva yuca. Bioversity International/Y. Wachira

Con el principal interés de beneficiar a mujeres y niños pequeños de la comunidad, el equipo desarrolló un enfoque integral participativo, en el cual las comunidades elaboraron e implementaron sus propios planes de acción para mejorar la calidad de la dieta mediante la diversificación de las fincas. Esto se llevó a cabo en colaboración con extensionistas agropecuarios y de la salud, una ONG local e investigadores.

Las mujeres asumieron roles de liderazgo en los planes de acción que incluían la crianza de aves de corral y huertas familiares, que contenían verduras de hoja y legumbres tradicionales. También recibieron formación en nutrición.

Beatrice, agricultura viuda keniana, cultiva hierbas medicinales locales, hortalizas y papa, y lidera un grupo de autoayuda de productores locales. Bioversity International/E. Demartis

Tras un año de iniciado el proyecto, ha habido una mejora significativa en las puntuaciones relacionadas con la diversidad de la dieta de mujeres y niños. Además, el porcentaje de niños que alcanzan una diversidad mínima en la dieta ha aumentado, lo cual demuestra el potencial que existe para que enfoques novedosos busquen empoderar a los miembros de la comunidad para que aprovechen la agrobiodiversidad. Con base en este logro, se está ampliando la escala de este proyecto para incluir a Turkana, Kenia, y Tigray, Etiopía, con financiamiento de GIZ.

Lea el artículo (PLOS ONE): https://doi.org/10.1371/journal.pone.0219680

Lea el artículo (Maternal & Child Nutrition): https://doi.org/10.1111/mcn.12803

 

 

¿Es posible que un enfoque basado en mercados solucione el problema de la malnutrición en la población urbana de escasos recursos?

Quizá en ningún segmento de la población se concentre tanto la “triple carga” de hambre, obesidad y deficiencia de micronutrientes como entre la población urbana de escasos recursos. En las áreas más pobres de ciudades africanas, como Kampala, Uganda, y Nairobi, Kenia, los consumidores gastan una cantidad desproporcional de su dinero en alimentos y, en muchos casos, los alimentos dentro de su rango de precios son de escaso valor nutricional, con lo cual ello se convierte en un factor clave de una serie de problemas de salud.

Hasta fechas recientes, se conocía muy poco sobre la denominada base de la pirámide, un término utilizado por los economistas para referirse a la mayoría de la población en situación de pobreza, que comprende un grupo de consumidores en un área dada. Entre otras observaciones, investigadores de la Alianza hicieron un hallazgo fundamental: que los consumidores de escasos recursos están dispuestos a pagar un recargo por alimentos más saludables. Esto sugiere que las fuerzas del mercado pueden desempeñar una función en la mejora de las dietas de la población urbana de escasos recursos.

La papilla producida localmente ayuda a mejorar la salud de la comunidad en la “base de la pirámide”. CIAT/S. Mattson

La investigación de mercados se transformó en un factor clave para el desarrollo de alternativas nutritivas y asequibles para consumidores de escasos recursos en las capitales de Uganda y Kenia, quienes a menudo satisfacen el hambre con papillas hechas a base de maíz. En una asociación poco usual entre empresas emergentes locales de alimentos, cooperativas agropecuarias en las cercanías y científicos de la Alianza, dos nuevos productos para elaborar papillas llegaron a los consumidores de Kampala y Nairobi.

Los productos tuvieron éxito y presentaron una gran demanda de parte de grupos de mujeres y trabajadores de la salud, quienes valoraron el contenido nutricional de las papillas, que estaban hechas con fríjol, amaranto, maíz, mijo, soya y otros granos producidos localmente. El enfoque ascendente y multidisciplinario para solucionar un problema nutricional podría resultar revolucionario. “Los enfoques tradicionales de muchas organizaciones de ayuda simplemente no son sostenibles”, comentó Matthias Jäger, uno de los investigadores de la Alianza que participó en el proyecto. “Queríamos un enfoque basado cien por ciento en el mercado”.

La fábrica Super Kawomera en Kampala, Uganda, utiliza granos abastecidos localmente para la papilla. CIAT/S. Mattson

Stella Namazzi, an Alliance economist in Uganda who was involved in the research, estimates that the base-of-pyramid market for affordable, nutritious food in Kampala could be as high as 2 million people. “Demand is going to grow,” she said. But enabling factors such as policy and climate change adaptation are critical. “The risk is on the production side, especially with unreliable weather.”

Stella Namazzi, economista de la Alianza en Uganda que participó en la investigación, estima que el mercado de la denominada base de la pirámide para alimentos nutritivos y asequibles en Kampala podría ser de hasta dos millones de personas. “La demanda va a crecer”, dijo. Pero factores decisivos, como el ámbito normativo o la adaptación al cambio climático, son fundamentales. “El riesgo se encuentra en la parte de la producción, sobre todo con un clima inestable”.

Lea el artículo: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0306919219305627?via%3Dihub

Lea el comunicado de prensa: https://blog.ciat.cgiar.org/es/citadinos-ugandeses-y-kenianos-felices-de-pagar-por-alimentos-mas-nutritivos/

Lea el blog: https://blog.ciat.cgiar.org/es/para-mejorar-la-nutricion-de-los-consumidores-mas-pobres-hay-que-intentar-con-un-enfoque-de-mercado/

 

Vietnam se acerca a la meta de hambre cero

Vietnam ha dado pasos agigantados hacia la mejora de la salud y la nutrición de las familias de menos recursos del país. Para el año 2025, espera encontrarse ya bien encarrilado hacia la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible de Hambre Cero, es decir, el ODS2.

Nuestra investigación en Vietnam busca enfrentar el desperdicio y la accesibilidad a los alimentos para las personas que viven en las ciudades y los barrios pobres urbanos. CIAT/G. Smith

Científicos de la Alianza se encuentran brindando apoyo al Plan de Acción Nacional de Vietnam para lograr Hambre Cero, mediante la recopilación, síntesis, divulgación, mapeo y facilitación de datos sobre sistemas alimentarios en las 1000 comunidades que el país se ha trazado como meta para la iniciativa que lidera el Instituto Nacional de Nutrición de Vietnam.

“Esta colaboración es un ejemplo de cómo los gobiernos y las instituciones académicas pueden trabajar juntos para lograr metas en común de sostenibilidad, nutrición y salud, que son esenciales para el desarrollo de la agricultura y la seguridad alimentaria”, comentó Mark Lundy, director de investigación de la Alianza para Entorno Alimentario y Comportamiento del Consumidor.

En 2020, investigadores de la Alianza han venido brindando asistencia para la creación de una base de datos disponible en línea del plan Hambre Cero para llegar a más grupos interesados. Este trabajo se lleva a cabo en colaboración con el Programa de Investigación de CGIAR sobre Agricultura para la Nutrición y la Salud (A4NH).

Diversidad culinaria para la nutrición

La cocina vietnamita es mundialmente reconocida por su diversidad, y apoyar su rica tradición culinaria es una forma de mejorar las dietas, pues cada vez se basan más en alimentos procesados y poco saludables. Los investigadores de la Alianza hallaron que las comunidades pueden resolver algunos retos nutricionales que enfrentan mediante el consumo de más alimentos producidos localmente, incluidas hortalizas de hoja verde oscuro, otras verduras ricas en vitamina A y legumbres.

Diversos sistemas alimentarios en Vietnam son apoyados por mercados tradicionales y modernos de alimentos. CIAT/T. Huyen/M. Romero

Luego de identificar dichos productos y fomentar que “los clubes de diversidad” se reunieran y consumieran más productos locales, 37% más mujeres y 18% más niños alcanzaron las puntuaciones mínimas de diversidad en la dieta establecidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

En 2019, la Alianza finalizó la encuesta base de referencia y perfiles de sistemas alimentarios en zonas urbanas, periurbanas y rurales de Vietnam.

Para la Alianza, este fue un año productivo para la investigación en nutrición en Asia, con proyectos como: desarrollo de sistemas de semillas en minorías étnicas, incremento del consumo de frutas y verduras en comunidades de bajos ingresos mediante innovaciones en los sistemas alimentarios y el estudio del flujo de alimentos a través de WiFi gratuito y big data.

Otras investigaciones notables comprenden artículos sobre retraso del crecimiento infantil y potenciales facilitadores de dietas sostenibles en Vietnam.

Lea el blog: https://blog.ciat.cgiar.org/fighting-hunger-through-the-mapping-of-key-food-systems-indicators-in-the-1000-poorest-communes-of-vietnam/